La Lavandula angustifolia, comúnmente conocida como Lavanda o Espliego, es el alma del jardín mediterráneo. Este pequeño arbusto aromático es una de las plantas más queridas y reconocibles del mundo, y por muy buenas razones. Es la combinación perfecta de belleza rústica, fragancia embriagadora, utilidad y una resistencia a toda prueba, lo que la convierte en una elección imprescindible para cualquier jardín soleado en Madrid.
Su silueta compacta y redondeada, formada por un follaje perenne de un elegante color verde-grisáceo, es atractiva durante todo el año. Pero es a principios de verano cuando la Lavanda se transforma en un espectáculo para los sentidos. De la planta emergen innumerables espigas florales, delgadas y erguidas, coronadas por flores de un intenso color violeta-azulado. El impacto visual de una bordura de lavandas en plena floración es inolvidable, pero es su perfume, liberado con el calor del sol, y el zumbido constante de las abejas que la visitan, lo que crea una atmósfera de calma y verano como ninguna otra planta puede hacerlo.
Una Experiencia Sensorial para el Jardín Sostenible
La Lavanda no solo decora, sino que crea un ecosistema vibrante y perfumado con el mínimo esfuerzo.
Un Follaje Plateado y Aromático
Las hojas estrechas y de color gris-verdoso son perennes y altamente aromáticas. Liberan su fragancia al ser rozadas, por lo que es ideal plantarlas cerca de caminos y zonas de paso. Este follaje plateado es el contrapunto perfecto para otras plantas de tonos verdes más intensos.
Espigas de un Violeta Intenso en Verano
La floración es el punto culminante. Las espigas de un profundo color lavanda se elevan sobre el follaje, creando un mar de color y movimiento. Son perfectas para crear ramos frescos o para secar y perfumar armarios y cajones durante meses.
Un Imán para las Abejas y Mariposas
Si quieres atraer vida a tu jardín, planta lavanda. Es una de las plantas melíferas más potentes que existen. Durante su floración, se convierte en un hervidero de abejas, mariposas y otros insectos polinizadores, contribuyendo a la salud de tu jardín y del ecosistema local.
Guía de Cuidados para la Esencia del Mediterráneo
La Opinión del Experto
«La lavanda es la planta más honesta del jardín. Te lo da todo —color, perfume, vida— y solo te pide dos cosas a cambio: que la ignores y que la podes. Ignórala en cuanto a riego y abono, dale el sitio más seco y soleado. Y pódala sin miedo cada año después de florecer. Ese recorte es su fuente de la juventud, lo que la mantiene densa y llena de flores año tras año. Mucha gente no la poda por miedo a cortar demasiado, y ese es el error que hace que la planta envejezca y se abra. Una lavanda bien podada es un tesoro eterno.»
Valoración de la Lavanda (Lavandula angustifolia)
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