Magnolia Grandiflora: Perfume y Elegancia Monumental

Flores como Platos, Perfume Embriagador

El mayor tesoro de la Magnolia grandiflora son sus flores. Durante el verano, el árbol se adorna con enormes copas de color blanco crema que pueden superar los 20 cm de diámetro. Pero su belleza no es solo visual: desprenden un intenso y exquisito perfume cítrico que puede aromatizar todo un rincón del jardín. Cada flor es una joya efímera que, en conjunto, crea un espectáculo memorable que dura semanas.

Un Árbol Señorial para Toda la Vida

A diferencia de otros magnolios, la grandiflora es de hoja perenne. Sus grandes hojas coriáceas, de un verde oscuro brillante por el haz y un característico envés marrón (ferruginoso) y aterciopelado, visten el jardín durante todo el año. Es un árbol de crecimiento lento pero muy longevo, una inversión en belleza para generaciones. Su porte piramidal y denso lo convierte en un magnífico ejemplar aislado o incluso para crear pantallas de privacidad si se le guía con la poda.

Consideraciones para su Cultivo en Madrid

Aunque es un árbol muy resistente, para que prospere en la zona de Madrid y muestre todo su esplendor, hay que tener en cuenta un par de claves:

• Suelo: Prefiere suelos fértiles, profundos y ligeramente ácidos. Sin embargo, muestra una buena tolerancia a los suelos neutros o ligeramente calizos de Madrid si se le proporciona un buen hoyo de plantación, enriquecido con materia orgánica o sustrato ácido, y se asegura un buen drenaje.

• Ubicación y Riego: Necesita una ubicación a pleno sol para florecer en abundancia. Es crucial asegurar un riego regular, sobre todo durante los veranos secos y calurosos de Madrid y en sus primeros años de vida hasta que esté bien establecido. No tolera la sequía prolongada.

Ficha Técnica y Guía de Cuidados

Invierte en un árbol que se convertirá en la joya de tu jardín. Con unos cuidados básicos, la Magnolia Grandiflora te regalará décadas de sombra, perfume y una belleza espectacular.