El Acer palmatum ‘Dissectum Viridis’ es un icono del diseño de jardines, un símbolo universal de la paz y la elegancia de inspiración oriental. Es la variedad a la que acuden los paisajistas cuando buscan crear un punto focal de una belleza serena, una textura increíblemente delicada y un espectáculo de color otoñal de primer orden. Su nombre, ‘Viridis’, del latín «verde», describe su follaje durante la primavera y el verano: un fresco y vibrante verde esmeralda.
Su forma es la de una cascada natural. Crece formando un montículo bajo y ancho, con ramas que se arquean y caen llorosamente hasta el suelo. Sus hojas, profundamente divididas y finamente recortadas, parecen hebras de encaje, creando una textura vaporosa y etérea que se mece con la brisa. A pesar de su aspecto delicado, es un árbol robusto que, con la ubicación y los cuidados adecuados, se convierte en una obra de arte viva que gana belleza con cada año que pasa.
La Elegancia del Encaje Verde
‘Viridis’ es una planta que aporta frescor en verano y fuego en otoño, un espectáculo de principio a fin.
Una Cascada de Follaje Finísimo
El principal atractivo de ‘Viridis’ es la combinación de su porte llorón y su follaje dissectum. Esta doble cualidad crea una masa de textura increíblemente fina, similar a la de un helecho, que aporta una suavidad y una elegancia insuperables a cualquier composición.
El Frescor del Verde Esmeralda
Durante la primavera y el verano, su color es un verde vivo y luminoso. Aporta una sensación de frescor y vida, ideal para los rincones más resguardados y serenos del jardín. Es el contrapunto perfecto para rocas, madera o superficies de agua.
La Transformación Dorada del Otoño
El ‘Viridis’ reserva su actuación más espectacular para el final de la temporada. Con la llegada de los primeros fríos, su follaje verde se transforma en una increíble paleta de colores que van desde el amarillo dorado más puro hasta el naranja intenso, a menudo con pinceladas de rojo.
El Cultivo de un Arce Japonés en Madrid: Guía de Éxito
El ‘Viridis’ es una joya que requiere, como todos los arces japoneses, un cuidado especial en la elección de su emplazamiento en nuestro clima.
La Opinión del Experto
«El ‘Viridis’ es la encarnación de la serenidad. Su forma, su color, su textura… todo en él inspira calma. Es la planta de meditación por excelencia. Por eso, mi consejo es potenciar esa cualidad. Si tienes la oportunidad, plántalo cerca de una lámina de agua, por pequeña que sea. El reflejo de su porte llorón en el agua duplica su belleza y crea un rincón de una paz casi mágica. Y si no, simplemente colócalo en una bonita maceta en un rincón tranquilo de la terraza. Su sola presencia transformará el espacio. Es una planta para el alma.»
Valoración del Arce Japonés ‘Viridis’












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