La Festuca glauca, o Festuca azul, es una de las gramíneas ornamentales más populares y reconocibles, un pequeño tesoro que aporta un toque de color y una textura únicos al jardín. Su fama es el resultado de una combinación ganadora: un follaje del más intenso y puro color azul-plateado, un hábito de crecimiento impecable en forma de cojín denso y redondeado, y una resistencia a la sequía que la convierte en una campeona de la xerojardinería en Madrid.
Esta gramínea de pequeño tamaño forma pulcras matas de hojas finísimas y punzantes, que recuerdan a las púas de un erizo. Es una planta perenne que mantiene su espectacular color durante todo el año, siendo especialmente intenso en primavera y otoño. En verano, produce unas finas espigas de flor de color pajizo que se elevan sobre el follaje, añadiendo un toque etéreo a la composición. Es la planta perfecta para crear borduras, para dibujar «ríos» azules en una rocalla o para añadir un punto de contraste en macetas y jardineras.
Un Erizo de Plata y Acero
La Festuca Glauca es una planta de gran impacto visual a pesar de su pequeño tamaño, gracias a su color y forma inconfundibles.
El Azul Plateado más Intenso
Su color es su mayor virtud. Un azul acerado, casi metálico, que parece absorber y reflejar la luz del cielo. Este tono frío es una herramienta de diseño de primer orden para crear contrastes sofisticados con plantas de follaje púrpura, como Heucheras, o con el verde oscuro de los arbustos.
Un Cojín Perfecto y Ordenado
Crece de forma natural en una mata hemisférica, densa y muy ordenada. Este hábito de crecimiento la hace ideal para plantaciones geométricas, para delimitar caminos con una línea de puntos azules o para el cultivo en macetas donde su forma de bola perfecta se puede apreciar en detalle.
La Joya del Jardín de Bajo Riego
Su origen en terrenos secos y pedregosos la convierte en una planta perfectamente adaptada a las condiciones de Madrid. Una vez establecida, sus necesidades de agua son mínimas, lo que la hace indispensable en jardines de grava, rocallas y cualquier diseño que busque la máxima belleza con la mínima agua.
Guía de Cuidados para un Azul Intenso
La Opinión del Experto
«La Festuca Glauca es como tener pequeños trozos de cielo en el suelo. Su color es tan puro que transforma cualquier composición. El error común es plantar un solo ejemplar; su fuerza, como la de muchas gramíneas, está en la repetición. Mi consejo es plantar siempre un grupo grande, una masa o una línea que cree un impacto visual fuerte. Úsala para dibujar un río azul que serpentee entre agaves y santolinas. El contraste de su azul frío con otros colores y texturas del jardín de secano es simplemente espectacular. Es una planta pequeña que permite pintar a lo grande.»
Valoración de la Festuca Glauca







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