El Juniperus procumbens ‘Nana’ es mucho más que una simple conífera tapizante; es una pieza fundamental en el vocabulario del diseño de jardines de inspiración asiática. Su belleza reside en su porte perfectamente rastrero y en su capacidad para derramarse sobre los obstáculos, creando un efecto de cascada verde de una naturalidad y una belleza sobrecogedoras. Es la planta que se utiliza para simular el efecto de los árboles que crecen en los acantilados y las laderas de las montañas en un paisaje en miniatura.
Su follaje es denso y de textura fina, formando una alfombra mullida de un atractivo color verde-azulado que se mantiene durante todo el año. Sus ramas, largas y flexibles, se extienden horizontalmente, adaptándose a la forma del terreno o de las rocas sobre las que crece. Su crecimiento es lento y controlado, lo que lo convierte en una opción ideal y de muy bajo mantenimiento para rocallas, la coronación de muros o el cultivo en macetas y bandejas de bonsái en Madrid.
La Cascada Verde del Jardín Zen
El ‘Nana’ es una planta que no solo cubre, sino que fluye, aportando una sensación de movimiento y serenidad.
Un Porte Perfectamente Rastrero
La principal característica de este enebro es su hábito de crecimiento completamente postrado. Sus ramas se extienden pegadas al suelo o se derraman grácilmente cuando encuentran un desnivel, creando un tapiz continuo que sigue la topografía del terreno.
Follaje Denso y Azul-Verdoso
Sus agujas son cortas, de textura suave al tacto y de un hermoso color verde con tonos azulados o plateados, especialmente en los brotes nuevos. Este color aporta una gran luminosidad y combina a la perfección con el gris de las rocas y la corteza de los pinos.
El Espíritu del Bonsái
El Juniperus procumbens ‘Nana’ es una de las especies más apreciadas para la creación de bonsáis, especialmente en los estilos de cascada (Kengai) y semi-cascada (Han-kengai). Su flexibilidad, su follaje denso y su crecimiento lento lo hacen perfecto para este arte.
Guía de Cuidados para una Cascada Perfecta
La Opinión del Experto
«El ‘Nana’ es una planta que enseña a mirar el jardín de otra manera. No se trata de cubrir, se trata de fluir. El gran error es plantarlo en un sitio plano y aburrido; sería un desperdicio. Su verdadera belleza se revela cuando le das un obstáculo que superar: el borde de una gran roca, el remate de un muro o el límite de una jardinera elevada. Observar cómo sus ramas se derraman y caen al vacío, como una cascada a cámara lenta, es una de las experiencias más gratificantes del jardín. Es la definición de la poesía en movimiento.»
Valoración del Enebro Japonés Rastrero ‘Nana’








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