El Panicum virgatum, originario de las vastas praderas norteamericanas, es una de las gramíneas ornamentales más importantes y espectaculares del paisajismo moderno. Su valor reside en su porte estrictamente vertical y en su capacidad para crear una fuerte estructura visual sin aportar pesadez. Es la planta perfecta para introducir ritmo y verticalidad en un arriate, para crear pantallas visuales translúcidas o como el esqueleto sobre el que se tejen plantaciones de estilo naturalista.
Estas gramíneas de estación cálida forman matas densas de hojas planas que, dependiendo de la variedad, pueden ser de un verde intenso, un azul metálico o adquirir tintes rojizos a lo largo del verano. A finales de la estación, la planta se corona con una inmensa y delicada nube de panículas de flores, tan finas y abiertas que se puede ver a través de ellas, creando un efecto de velo o neblina mágica. Con la llegada del frío, muchas variedades ofrecen un último regalo: un increíble colorido otoñal en tonos de fuego.
La Arquitectura de la Pradera
El Panicum es una gramínea que no se arquea, sino que se alza, aportando una elegancia estructural única.
Estructura Vertical Impecable
A diferencia de otras gramíneas de porte más laxo, el Panicum mantiene una verticalidad estricta durante toda la temporada. Esta cualidad lo hace indispensable para crear ritmo, marcar puntos de acento o para añadir altura en el centro de un macizo de flores sin bloquear la vista.
Nubes de Textura, Fuego de Otoño
Sus inflorescencias, que aparecen a finales del verano, son una masa de finísimas y delicadas espiguillas que forman una nube etérea sobre el follaje. Tras la floración, el follaje de muchas variedades vira a espectaculares tonos amarillos, anaranjados, rojos o burdeos, convirtiéndose en una antorcha de color en el jardín otoñal de Madrid.
El Pilar del Jardín Resistente
Su origen en la pradera lo convierte en una planta increíblemente adaptada a los extremos. Una vez establecido, tolera la sequía, el calor intenso y los suelos pobres, y sus fuertes raíces lo hacen muy estable. Además, sus tallos secos se mantienen en pie todo el invierno, aportando una valiosa estructura invernal.
Un Pilar para Cada Diseño
La increíble diversidad de variedades de Panicum permite encontrar una solución para cada paleta de color y necesidad estructural.
- La Columna de Acero (‘Heavy Metal’): Famoso por su follaje de un increíble color azul metálico y su porte estrictamente vertical.
- La Llama Roja (‘Shenandoah’): Sus hojas se van tiñendo de rojo desde principios de verano, hasta convertirse en una hoguera de color burdeos en otoño.
- El Muro Verde (‘Northwind’): La variedad más arquitectónica y vertical. Un auténtico pilar de color verde-oliva que no se tumba jamás.
Guía de Cuidados para una Estructura Duradera
La Opinión del Experto
«El Panicum cambió las reglas del diseño con gramíneas. Su verticalidad nos permite usarlo de formas que antes eran impensables. El gran error es relegarlo al fondo del arriate, como si fuera un arbusto opaco. Su magia reside en la transparencia de sus flores. Mi consejo es atreverse a plantarlo en el medio de una plantación. Actuará como una cortina, un velo a través del cual podrás entrever las flores que hay detrás, creando unas capas de profundidad y un efecto de pradera salvaje que es pura sofisticación.»
Valoración del Género Panicum





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