La Phoenix canariensis, nuestra espectacular Palmera Canaria, es mucho más que una planta: es un monumento. Es la palmera más utilizada en el paisajismo de prestigio de todo el mundo por su simetría perfecta, su robustez y la sensación de opulencia y permanencia que transmite. Un solo ejemplar maduro es capaz de convertirse en el corazón y el alma de un jardín, un punto focal de una belleza y una grandiosidad incomparables.
Su silueta es la imagen icónica de una palmera de oasis. Desarrolla un tronco grueso y robusto, texturizado con el patrón de rombos que dejan las bases de las hojas viejas, y lo corona una densa y enorme esfera de hojas (frondas) pinnadas, largas y elegantemente arqueadas, de un profundo color verde. A pesar de su apariencia tropical, es una de las palmeras de hoja pinnada más resistentes al frío, lo que ha permitido su exitosa aclimatación en Madrid, donde se ha convertido en un símbolo de los jardines más distinguidos.
La Arquitectura de un Paraíso Resistente
La Palmera Canaria es una inversión en escala, dramatismo y belleza a largo plazo.
Un Porte Real y Escultural
La presencia de una Palmera Canaria es imponente. Su tronco recto y su corona perfectamente esférica y simétrica crean una silueta arquitectónica de un poder visual extraordinario. Es la planta ideal para anclar un diseño y crear un punto de referencia.
Una Corona de Hojas Exuberante
Su corona puede llegar a estar formada por más de 50 hojas de hasta 5 o 6 metros de longitud. Este follaje denso y perenne crea una espectacular mancha de color verde oscuro que se recorta contra el cielo, y una agradable sombra moteada en su base.
La Fortaleza de las Islas Afortunadas
A pesar de su look exótico, es una auténtica superviviente. Está perfectamente adaptada al pleno sol y, una vez que su profundo sistema radicular se ha establecido, tolera la sequía de forma excelente. Su robustez le permite soportar heladas moderadas, lo que la convierte en una opción mucho más fiable que otras palmeras tropicales en nuestro clima.
Guía de Cuidados para el Rey del Jardín
La Opinión de Nuestro Experto
«La Palmera Canaria es una declaración de intenciones. Es una planta que pide espacio para reinar. El mayor error de diseño que veo es plantarla ‘encajonada’ en un rincón pequeño, donde no puede desplegar su corona. Mi consejo es que pienses a lo grande: si tienes el espacio, úsala como el centro del universo de tu jardín. Plántala como un ejemplar solitario en medio de una gran pradera de césped. No necesita nada más. Su propia sombra, su silueta y su majestuosidad crearán un espacio a su alrededor. No es una planta para un jardín, es una planta que es el jardín.»
Valoración de la Phoenix canariensis


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