El Pieris japonica es un arbusto de una belleza sofisticada y cambiante, una verdadera joya para los rincones más resguardados del jardín. Es la planta perfecta para quien valora un espectáculo que evoluciona. No solo ofrece una de las floraciones primaverales más delicadas y elegantes, sino que, justo después, sorprende con una explosión de color en sus hojas nuevas que a menudo es incluso más llamativa que las propias flores. Es el protagonista indiscutible del jardín de sombra ácida.
El Doble Espectáculo de la Primavera
El Pieris concentra su gran exhibición en la primavera, ofreciendo dos actos consecutivos de una belleza exquisita.
Cascadas de Flores Blancas
A principios de la primavera, el arbusto se cubre de numerosos racimos colgantes (panículas) de pequeñas flores blancas en forma de campana, muy similares a las del brezo. Estas cascadas de flores, a menudo perfumadas, son un imán para las primeras abejas y crean un contraste maravilloso sobre el follaje oscuro y perenne.
El Fuego de las Hojas Nuevas
Justo cuando las flores empiezan a marchitarse, comienza el segundo acto. Las hojas nuevas emergen en las puntas de las ramas con un espectacular color que, dependiendo de la variedad, va desde el bronce hasta el rosa, el cobre o un impresionante rojo fuego. Este color se mantiene durante varias semanas antes de madurar a su verde oscuro definitivo.
El Secreto de su Éxito en Madrid: El Entorno Adecuado
El Pieris es un arbusto de origen forestal asiático. Para que prospere y luzca sano en Madrid, es imprescindible recrear sus condiciones ideales:
- Suelo ÁCIDO: No tolera la cal. Debe plantarse siempre en sustrato para plantas acidófilas, tanto en maceta como en el jardín.
- Ubicación en Semisombra: Necesita un lugar protegido del sol directo y fuerte de la tarde, que quema sus hojas. El sol de la mañana es perfecto.
- Riego Constante: Requiere mantener el sustrato fresco y húmedo, con agua sin cal siempre que sea posible.
Guía de Cuidados y Ficha Técnica
La Opinión del Experto
El Pieris es una de las plantas más elegantes que existen para un jardín de sombra. El espectáculo de sus hojas nuevas de color rojo fuego es algo que hay que ver para creer. Es el compañero de baile perfecto para Azaleas, Rododendros y Camelias. Somos muy claros con nuestros clientes en Madrid: es una planta que exige un suelo ácido y un rincón resguardado. No es un todoterreno. Pero para el jardinero que le ofrece ese espacio privilegiado, la recompensa es una planta de una belleza y una sofisticación insuperables.










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