El Westringia fruticosa, conocido como Romero Australiano por el increíble parecido de su follaje, es la planta que todo jardinero de Madrid debería conocer. Este arbusto perenne de origen australiano es la definición de «planta todoterreno». No solo soporta las condiciones más duras de sol y sequía, sino que, a cambio, regala una floración casi ininterrumpida durante prácticamente todo el año. Es la solución perfecta para crear setos bajos, borduras o macizos de aspecto mediterráneo, siempre verdes y siempre en flor.
El Arbusto que Nunca Descansa: Floración Constante
La principal y más asombrosa cualidad de la Westringia es su generosidad. Mientras la mayoría de arbustos tienen una época de floración definida, el Romero Australiano produce sus delicadas flores blancas o de color lila pálido durante casi los 12 meses del año, con picos de máxima floración en primavera y otoño. Esta capacidad para estar siempre en flor lo convierte en una pieza fundamental para un jardín que nunca quiere parecer desnudo.
Una Textura Fina y un Aspecto Mediterráneo
Su follaje es increíblemente similar al del romero, con hojas pequeñas, finas y de un atractivo color verde-grisáceo, lo que le confiere un aspecto mediterráneo muy ligero y elegante. Crece formando una mata densa y redondeada de forma natural, pero responde a la perfección a la poda, siendo ideal para crear setos formales de líneas muy definidas o bolas de topiaria.
El Campeón de la Resistencia Extrema
La Westringia es una superviviente nata. Está genéticamente diseñada para prosperar con pocos recursos. Es extremadamente resistente a la sequía una vez establecida, adora el pleno sol, no es exigente con el tipo de suelo (siempre que drene bien) e incluso tolera la brisa marina, lo que da una idea de su increíble fortaleza.
Guía de Cuidados y Ficha Técnica
La Opinión del Experto
La Westringia es una de las joyas secretas de la jardinería de bajo mantenimiento. Es una auténtica máquina de producir flores. La recomiendo sin cesar para setos bajos, donde su textura fina y su floración constante crean un efecto espectacular. Es mucho más «blanda» y agradable al tacto que un romero y su capacidad para ser recortada en bolas perfectas es asombrosa. Es una planta increíblemente agradecida, de las que te dan mucho más de lo que te piden.









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